lunes, febrero 16, 2015

El simbolo de la libertad--una historia corta

Ohaiiio sekai, mis disculpas por estar tan tan ausente, se que ni se dieron cuenta je je, bueno ya que volvimos a la escuela me han dejado muchisima tarea y no he podido haceme un tiempo para el blog, perdonen, intentare estar más activa.
Como no publique nada el dia del amor y la amistad solo les dire que espero y se la hayan pasado bien, y los que no tienen pareja como yo pues espero no lo hayan sufrido y se la pasaran con amigos, quiero traerles unos tutos de unos regalitos que hice, son unas ideas para cuando tengan que dar algo en cumpleaños o etc. celebración.
Esta vez les traigo una historia corta para que pasen un rato, es algo triste y frustante, la mande  a un concurso el semestre pasado, supongo que no gane porque no me han avisado nada :P, bueno se las dejo.
El símbolo de la libertad
El hombre cayó sometido en el suelo, las cadenas limitaban sus movimientos, lo  tenían completamente vulnerable, ya que estas se encontraban en sus brazos, piernas y en sus alas. Lo último que hicieron fue sellarle la boca para que no les lanzara y restregara las "mentiras" que emitían sus labios al moverse y provocara un peso en sus conciencias lo cual lastimaba la "moral" nunca escrita por los ganadores.
Ese día lo habían tomado desprevenido, simplemente desayunaba cuando los guardias aparecieron acusándolo de traición a pesar de que él no había cometido ni un delito, pero eso no importaba, su condena de muerte había sido fijada desde el día que apareció provocando una diferencia y cambiando la realidad distorcionada que se habia encargado de manipular él consagrado al poder para su propio beneficio.
Sus ejecutores lo llevaron con su verdugo, quien pidió a los guardias que le quitaran la mordaza. Pero aun luchaba por liberarse ya que no tenía pensado volverse parte de sus súbditos, eso enfurecía al dictador. Al darse cuenta de eso continuo hablando y escupiéndole la verdad al tipo que se encontraba frente a él, quien aún más molesto ordenó que se le cortara la lengua al desdichado que remitía en oponerse a él, quizá así aprendería a cerrar la boca. Entre varios guardias sostuvieron a su víctima que trataba de defenderse, un guardia se acercó con unas pinzas en mano, el sentenciado las observó detenidamente como se acercaban, por un segundo se preocupó. El guardia arrancó de un tirón la lengua, pero a pesar del dolor, él, valientemente no cerró los ojos no dejaría que se satisfagan con algún grito o muestra de debilidad, no eso no, por eso los mantuvo clavados en el dictador que se burlaba de su miseria, que carcajada tras carcajada se imponía ante su público, pero poco a poco esta se fue silenciando y su felicidad se fue borrando de su rostro al notar que aún lo desafiaban con una simple mirada, la siguiente orden fue que le quitaran los ojos, el no permitiría que nadie se quisiera imponer ante sus deseos. 
Su orden fue cumplida de inmediato. 

Los guardias lo soltaron súbitamente, este alcanzó a apoyarse en el suelo, desangrándose, evitando demostrar dolor alguno, pero sus alas seguían aprisionándolo en ese lugar, no podía huir tendría que soportar hasta el final los inimaginables actos que se presentarían después. Los guardias se miraron entre  si al ver el estado del hombre, se podría decir que sentían lastima.
El inhumano líder observó unos segundos aquellas alas que parecían retarlo más que su portador, parpadeó un par de veces antes de que este tratara de levantarse en un intento de rebeldía más y en un esfuerzo por liberar sus alas, parecía que aún no comprendía su lugar, con una orden más el despiadado tirano mando a cortar sus alas, el pobre aun después de eso intentaba reincorporarse cuando recibió una patada por su mismo verdugo "tu lugar es ahí" dijo tras que cayera "tu lugar es ahí como el de todos" completo su frase con otro golpe, esos golpes no solo eran físicos sino también golpeaban y laceraban la dignidad de aquel ser que se mantenía en el suelo debido al dolor.
Pero el opresor no estaba satisfecho, la simple presencia de lo que estaba a sus  pies lo desafiaba, su respiración parecía su continua lucha por la libertad y eso ponía iracundo al dictador por lo que decidió dar su última orden: que lo mataran.
La espada entró y salió del cuerpo moreteado en un abrir y cerrar de ojos, este a  su vez volvía a su lugar respectivo, el suelo.
Insensiblemente lo observó como una despedida puesto que ya estaba harto de la arrogancia de ese miserable que le había hecho perder su  tiempo por seguir luchando, por seguir viviendo.
En su último suspiro él sonrió desconcertando todo espectador que observaba como se dejaba de mover y es que lo que nadie sabía era que le acababan de dar lo que con tanto esfuerzo le habían intentado arrebatar, la libertad.
Después de eso el mundo se silenció, él público suspiraba amargamente, muchos lloraban por la muerte del inocente, otros simplemente bajaban la mirada ocultando ese sentimiento de impotencia ante aquel que los mantenía en  la misma situación mientras este se regocijaba triunfante, pero la pérdida del "rebelde" le dio al público algo, ya que en cada persona comenzó a nacer la flama de la ira, todas las personas inconformes comenzaron a abuchear al insensato que inmediatamente mando a hablar a sus guardias, pero estos eran insuficientes, las personas levantaron sus miradas, estaban listas, querían luchar, querían luchar hasta el último momento, hasta la última consecuencia, querían luchar por aquello que se les había arrebatado, había comenzado la lucha por la libertad.
La sangre de los caídos parecía ser la alfombra para llegar a la completa independencia, ese único camino que guardaba los suspiros robados, las risas inocentes quebrantadas y la inseguridad de nunca poder haber sido capaz de elegir un destino porque sería borrado por la mano del que se hacía llamar su amo.
El dictador terminó huyendo, huyo muy muy lejos, no sin antes recordarles que no importaba que lo hayan derrocado a él, habrían muchos más que al igual que él buscarían suprimirlos y estos podrían ser más estrictos cuanto a sus métodos, pero aun así el pueblo celebro en una gran fiesta en honor al hombre de las alas, aquel hombre que les otorgó la libertad.
Aun en la más dura opresión encontraremos a alguien que incentivará la lucha, y a lo largo de la historia muchos se hacen testigos de sus victorias y sus duros esfuerzos por el cambio aunque esos personajes mueran por su causa, ellos continuaran siendo un símbolo de lucha, de esperanza, un  símbolo de libertad.
"Un buen gobernante nunca obligará a su pueblo a que se arrodille ante su poder sino que él se arrodillará ante su pueblo"

Espero les haya gustado, espero pronto traerles un nuevo fanfic y el siguiente capitulo de los sueños de una otaku que ya mero se acaba
cuidense
bye bye


2 comentarios:

  1. Estuvo muy buena la historia y obviamente que me di cuenta de tu ausencia amiga ya me preguntaba porque no publicabas espero te vaya bien en tus clases.

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    1. Gracias, si ha estado pesado porque apenas empezamos y tarea a montones

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